Como cada año el primer martes de mayo se celebra el Día Mundial del Asma, evento auspiciado por la Global Initiative for Asthma (GINA), que este año tendrá lugar el día 2 de Mayo de 2017. Hasta el año 2016 el lema elegido cada año ha sido el mismo: “Puedes Controlar tu Asma”.
Este año la GINA introduce un nuevo lema “Asma: Mejor Aire, Respira mejor” para sensibilizarnos a todos de que debemos cuidar el medio ambiente, procurando un aire más limpio y libre de contaminantes.
Según la EPA (1), Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, hay dos contaminantes del aire que pueden afectar al asma. Uno es el ozono (que se encuentra en el “smog” o neblina tóxica). El otro es la contaminación por partículas (que se encuentran en la neblina, el humo y el polvo). Cuando el ozono y la contaminación por partículas se encuentran en el aire, los adultos y los niños con asma tienen más probabilidades de tener síntomas. La contaminación del aire puede hacer que otros desencadenantes, como el moho y los ácaros del polvo por ejemplo, afecten más al paciente asmático. El ozono suele aumentar en los días de calor en verano, especialmente por las tardes y al comienzo de la noche. La contaminación por partículas puede ser perjudicial en cualquier época del año, incluso en invierno. Suele aumentar especialmente cuando el tiempo está calmado, lo que permite la acumulación de la contaminación en el aire. Los niveles de partículas también pueden estar elevados cerca de las carreteras con mucho tránsito, durante las horas pico del horario laboral (última hora de la tarde) y alrededor de las fábricas o cuando hay humo en el aire proveniente de estufas de leña, chimeneas o quema de vegetación.
Se deben planificar las actividades en el exterior, sobre todo el ejercicio en el paciente asmático, para realizarlas cuando y donde los niveles de contaminación sean inferiores. En verano, se recomienda realizar las actividades más vigorosas por la mañana. Y el ejercicio debe realizarse lejos de carreteras con mucho tránsito o áreas industriales. En los días de calor, con “smog”, cuando los niveles de ozono están muy elevados, se debe considerar realizar el ejercicio en interiores. Es interesante para los asmáticos conseguir información actualizada sobre la calidad del aire local, casi siempre disponible a través de distintas aplicaciones móviles o las webs de los ayuntamientos, principalmente en las grandes ciudades.
El Comité de la Salud y el medio ambiente de la Sociedad Europea de Respiratorio (ERS) (www.ersnet.org ) ha desarrollado 10 principios para el aire limpio, que resumen el estado de la ciencia para orientar las políticas de salud pública respecto a la contaminación ambiental (2).
Decálogo por un aire limpio:
1. Los ciudadanos tienen derecho a un aire limpio, del mismo modo que al agua potable y a alimentos seguros.
2. La contaminación del aire es una de las mayores amenazas para la salud ambiental, dando lugar a una reducción significativa de la esperanza de vida y la productividad.
3. Las partículas finas y el ozono son los contaminantes más graves. Se necesita reducir con urgencia sus concentraciones de forma significativa.
4. La contaminación en las proximidades de las carreteras representa una amenaza grave para la salud, que no puede abordarse adecuadamente mediante la regulación de la masa de partículas finas y de ozono. Se necesitan abordar otras medidas tales como el control de las partículas ultrafinas de carbón negro para investigaciones futuras y sus correspondientes regulaciones.
5. Las emisiones no precedentes del tubo de escape (a partir de los frenos, los neumáticos, las superficies de carreteras, etc.) representan una amenaza para la salud de los usuarios de las carreteras y los sujetos que viven cerca de carreteras muy transitadas.
6. En la práctica, las emisiones de dióxido de nitrógeno procedentes de los motores diesel modernos son mucho mayores de lo previsto. Esto puede exponer a corto plazo, a muchos usuarios de carreteras, y personas que viven cerca de las carreteras más transitadas, a concentraciones máximas durante las horas pico y durante períodos de estancamiento del aire ambiental afectando a la salud.
7. El calentamiento global provocará más olas de calor, elevando las concentraciones de contaminación del aire. Las altas temperaturas y la mayor contaminación del aire actúan sinérgicamente produciendo efectos más graves de lo esperado para la salud, que el calor o la contaminación por separado.
8. La combustión de combustible de biomasa genera contaminantes tóxicos. Esto es cierto tanto para los fuegos controlados (chimeneas, estufas de leña y quemas agrícolas), como para los incendios forestales no controlados. Hay necesidad de evaluar los impactos reales de salud de la contaminación del aire de estas fuentes en muchas zonas de Europa para informar sobre la necesidad de un control mejor.
9. El Cumplimiento de los valores límite actuales para los principales contaminantes atmosféricos en Europa no confiere protección para la salud pública. De hecho, se producen efectos muy graves sobre la salud a concentraciones muy por debajo de los valores límite actuales, especialmente los de partículas finas.
10. Las políticas de la Unión Europea para reducir la contaminación del aire son necesarias en última instancia para conseguir que el aire esté limpio y libre de efectos adversos significativos sobre la salud de los ciudadanos europeos. Los beneficios de estas políticas son muchos mayores que los costes.
Terminamos este post de nuevo con el lema de este año “Asma: Mejor Aire, Respira mejor”, colaboremos para tener una mejor calidad del aire para todos y para que con o sin asma respiremos mejor.
Bibliografía:
1. Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, http://www.epa.gov/asthma
2. Brunekreef B, Annesi-Maesano I, Ayres JG, et al. Ten principles for clean air. Eur Respir J 2012; 39: 525–528