NEUMOMADRID INFORMA

II Etapa, nº 54.
Septiembre 2017

En este número

• NEUMOMADRID propone crear protocolos de alerta para diagnosticar de forma precoz la FPI
• NEUMOMADRID convoca dos becas extraordinarias de investigación en asma y EPOC

• Los neumólogos temen que la epidemia de obesidad infantil aumente los casos de SAHS

EL GRUPO DE EPI VA A PONER EN MARCHA UN PROGRAMA DE POSGRADO
NEUMOMADRID propone crear protocolos de alerta para diagnosticar de forma precoz la FPI

La fibrosis pulmonar idiopática (FPI) es una enfermedad fibrosante del pulmón de causa desconocida, con mal pronóstico y escasas opciones terapéuticas. Aunque en los últimos años se ha observado un aumento de la prevalencia, se considera una enfermedad rara, con menos de cinco casos por cada 10.000 personas. Por todo ello, supone un reto diagnóstico: “Es difícil que los médicos piensen en ella, en vez de en otras enfermedades más frecuentes como la EPOC o el asma, que, en la gran mayoría de los casos, coinciden en una población de edad similar y, a veces, incluso con factores de riesgo parecidos, como el tabaco”, detalla la Dra. Mª Asunción Nieto Barbero, coordinadora del Grupo de Trabajo de Enfermedad Pulmonar Intersticial (EPI) de NEUMOMADRID, la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica.

Además, la especialista señala que el paciente no consulta su estado de salud al médico porque no sabe que esta enfermedad exista y tiende a relacionar sus síntomas, como la disnea (dificultad para respirar) y la tos, con problemas propios de la edad y de ser fumador. “Esto dificulta el diagnóstico precoz, que se ha demostrado crucial para mejorar la supervivencia de los pacientes”, recalca la Dra. Nieto Barbero.

De la misma manera que ocurre con otras enfermedades crónicas y raras, la neumóloga defiende que “es muy importante la formación sobre FPI en Atención Primaria y Especializada, pero también a nivel mediático. El pronóstico del cáncer es parecido al de la FPI, pero mientras que el cáncer tiene un gran impacto en la opinión pública, la FPI es mucho menos conocida”. Para atajar esta situación, cada año a finales de septiembre se celebra una Semana Mundial de la FPI, en la que colaboran sociedades científicas, el Ministerio de Sanidad, la industria farmacéutica y la Asociación de Familiares y Pacientes con FPI (Afefpi).

Más formación en enfermedades respiratorias raras

El Grupo de Trabajo de Enfermedad Pulmonar Intersticial de NEUMOMADRID va a poner en marcha un ambicioso programa de posgrado en enfermedades intersticiales, con el objetivo de “ofrecer a los especialistas una mejor formación en estas patologías respiratorias raras, incluyendo la FPI”, explica su coordinadora.

Además, la Dra. Nieto Barbero confía en que el Ministerio de Sanidad reconozca los Centros de Referencia en FPI para mejorar el manejo de esta y otras enfermedades respiratorias raras. “Prácticamente en todos los hospitales de nivel terciario de la Comunidad de Madrid hay unidades específicas con equipos multidisciplinares que se ocupan del manejo de estos pacientes”, afirma. Sin embargo, comenta que, en su opinión, “el principal problema es que el paciente no llega a tiempo a estas unidades”. Como solución, propone la creación de protocolos de alerta, similares a los que se emplean ante la sospecha de algunos tipos de cáncer, para que el paciente acceda al neumólogo de forma rápida y sea posible diagnosticar precozmente la FPI después de una prueba de imagen.

Por último, la Dra. Nieto Barbero recuerda que “ya hay disponibles dos tratamientos antifibróticos que han demostrado un impacto muy relevante sobre el pronóstico de la enfermedad, ya que ralentizan la caída de la función pulmonar, un factor directamente relacionado con la supervivencia del paciente”. No obstante, reitera que, para que estos fármacos den buenos resultados, “la enfermedad se debe tratar en sus primeras fases, por lo que de nuevo es imprescindible el diagnóstico precoz”.

CADA UNA ESTÁ DOTADA CON 3.000 EUROS
NEUMOMADRID convoca dos becas extraordinarias de investigación en asma y EPOC

NEUMOMADRID ha anunciado la convocatoria extraordinaria de dos becas para sendos proyectos de investigación, uno en asma y otro en EPOC. La asignación para cada uno de ellos asciende a 3.000 euros. Ambas becas están financiadas por GlaxoSmithKline (GSK) a través de la Fundación NEUMOMADRID y serán entregadas en el próximo Congreso EPOCAM, que se celebrará el miércoles 15 de noviembre de 2017.

El plazo previsto para la presentación de solicitudes finaliza el próximo 22 de octubre. Los interesados pueden consultar las bases de la convocatoria a través de este enlace.

EL SOBREPESO ES MUY FRECUENTE EN LOS NIÑOS CON APNEA DEL SUEÑO
Los neumólogos temen que la epidemia de obesidad infantil aumente los casos de SAHS

El síndrome de apneas-hipopneas durante el sueño (SAHS) infantil es una entidad que afecta al cuatro por ciento de la población en edades comprendidas entre los dos y los seis años, y  que en los últimos tiempos se ha situado como una patología emergente por sus graves consecuencias para la salud de los niños. “Debido a la epidemia de obesidad infantil, la prevalencia aumentará en los próximos años, ya que un 50 por ciento de los niños remitidos para una valoración por sospecha de apnea del sueño presenta obesidad”, afirma la Dra. Mª Fernanda Troncoso Acevedo, coordinadora del Grupo de Trabajo de Sueño y Ventilación de NEUMOMADRID, la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica.

El SAHS infantil se ha convertido no solo en una entidad relativamente prevalente, sino también en una enfermedad asociada a múltiples comorbilidades que pueden alcanzar implicaciones hasta la edad adulta. En concreto, según detalla la Dra. Troncoso Acevedo, “las repercusiones médicas del SAHS incluyen complicaciones cardiovasculares, como alteraciones en la función ventricular del corazón y elevaciones discretas de la presión arterial, además de retraso en el crecimiento. Desde el punto de vista neuroconductual, está plenamente demostrado que los niños con SAHS pueden presentar problemas de aprendizaje, con disminución del rendimiento escolar y labilidad emocional”. Todas estas situaciones afectan a la calidad de vida del niño y de su familia, por lo que diagnosticar, tratar y prevenir el SAHS en la infancia es “salud a futuro”, afirma la especialista.

Para hacer el diagnóstico es importante sospecharlo

Aunque el conocimiento del SAHS en la infancia ha estado muy limitado hasta hace relativamente poco,no es difícil diagnosticarlo. “Desde hace unos años, diferentes colectivos científicos han hecho un esfuerzo para difundir los conocimientos en torno a esta entidad. Habitualmente, las guías clínicas están dirigidas al pediatra de Atención Primaria, pero el manejo diagnóstico y terapéutico del SAHS es claramente multidisciplinar. Pediatras, otorrinolaringólogos, neumólogos y neurofisiólogos están implicados en el proceso asistencial de los niños afectados por trastornos respiratorios relacionados con el sueño”, indica la Dra. Troncoso Acevedo. “Como se sospecha más porque la enfermedad se conoce mejor, se diagnostica más”, añade.

Pero la neumóloga advierte de que, hoy en día, “una actitud expectante y conservadora frente a los trastornos respiratorios del sueño en la infancia no está justificada; su prevalencia y sus consecuencias en la calidad de vida del niño y su entorno obligan a un diagnóstico y tratamiento tempranos”. Como en los adultos, la prueba de referencia para el diagnóstico del SAHS infantil es la polisomnografía (PSG) nocturna. No obstante, argumenta que, como es impracticable realizar una PSG nocturna al 2-3 por ciento de la población infantil, “se han desarrollado y perfeccionado técnicas o test de cribado, así como herramientas más simples que permiten alcanzar resultados diagnósticos fidedignos, reservando las técnicas más complejas y/o costosas para aquellos niños en los que las pruebas simples no aportan un diagnóstico certero o para aquellos en los que el resultado de las técnicas complejas puede condicionar la terapia (por ejemplo, ventilación no invasiva frente a tratamiento quirúrgico)”.

Los síntomas del SAHS en niños

El ronquido es uno de los síntomas cardinales en cualquier edad, pero la excesiva somnolencia diurna típica del adulto por una mala calidad de sueño es difícil de detectar mediante una encuesta clínica en niños. En la edad pediátrica son frecuentes las alteraciones de conducta, como irritabilidad o agresividad, y las neurocognitivas, como alteración de la memoria e inatención, el deterioro de la inteligencia general, problemas de aprendizaje, somnolencia en clase y cambios en el estado de ánimo. No obstante, la gran mayoría de niños con SAHS no presenta ningún síntoma diurno.

La Dra. Troncoso Acevedo explica que también es importante lo que observe la familia por la noche en relación al sueño y la respiración del niño: “Las posiciones durante el sueño con el cuello hiperextendido, boca abajo con las rodillas debajo del tórax, semisentado o con varias almohadas dan pistas sobre un posible trastorno porque son posiciones inconscientes que realiza el niño durante el sueño buscando una mejor ventilación. Otros síntomas son los despertares frecuentes durante el sueño en un niño que previamente dormía bien y presencia de enuresis (hacerse pis en la cama) secundaria”. Además, en el examen físico, el especialista debe evaluar la presencia de respiración bucal no coincidente con procesos catarrales y la presencia de hipertrofia adenoamigdalar, así como la anatomía craneofacial.

El tipo de tratamiento depende de la causa

Dado que el SAHS en el niño no es consecuencia de una única causa, sino de la asociación de diferentesfactores etiopatogénicos (anatómicos, mecánicos, neurológicos, genéticos, etc.), hay más de una opción de tratamiento. Debido a que la hipertrofia adenoamigdalar es la principal causa, la adenoamigdalectomía(la extirpación de las amígdalas y adenoides) es el tratamiento de elección: “Consigue la normalización del cuadro respiratorio nocturno, de la sintomatología diurna y la reversión, en muchos casos, de las complicaciones cardiovasculares, alteraciones neurocognitivas, retraso en el crecimiento y enuresis”, detalla la especialista de NEUMOMADRID. La eficacia de esta intervención, que suele ser ambulatoria, es de, aproximadamente, el 80 por ciento de los casos de SAHS infantil.

La presión positiva continua en la vía aérea (CPAP) constituye la segunda línea de tratamiento del SAHS en la infancia. Generalmente, está indicada en niños con obesidad, alteraciones craneofaciales o enfermedades neuromusculares añadidas a la hipertrofia adenoamigdalar o sin hipertrofia adenoamigdalar. “En todo niño obeso, la dieta es una de las primeras medidas terapéuticas, aunque, al igual que en el adulto, la pérdida de peso y la terapia posicional son poco efectivas”, indica la Dra. Troncoso Acevedo.

Por último, el tratamiento ortodóntico puede ser útil en niños con anomalías craneofaciales que constituyan factores de riesgo del SAHS.

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