Una Unidad de Cuidados Respiratorios Intermedios o UCRI se define como un área de monitorización y tratamiento de pacientes con insuficiencia respiratoria aguda o agudizada, ocasionada por una enfermedad primariamente respiratoria con un nivel de gravedad intermedia. Su objetivo se dirige a la correcta monitorización cardiorrespiratoria y/o al tratamiento de la insuficiencia respiratoria mediante soporte respiratorio no invasivo (SRNI) de pacientes que no precisan o no se benefician de ingreso en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) pero que por su complejidad no podrían recibir los cuidados adecuados en hospitalización convencional.
Las UCRI dependen de los Servicios de Neumología, lo ideal es que tengan una estructura abierta, con conexiones a oxígeno y aire presurizado, monitorización con pulsioximetria y gasometría arterial, electrocardiograma, presión arterial, frecuencia respiratoria y sería deseable la presión y flujo de los respiradores que se estén empleando, con un control de enfermería central que permita la supervisión directa de los pacientes. En cuanto al personal se recomienda una ratio por paciente de neumólogo 1:6, de enfermera 1:4 y de fisioterapeuta 1:6, con asistencia 24 horas al día. Debe disponer de respiradores para ventilación mecánica no invasiva (VMNI), al menos uno para ventilación mecánica invasiva (VMI), dispositivos para administrar presión positiva continua (CPAP) y oxigenoterapia de alto flujo, junto con todo el fungible necesario, con las certificaciones y controles de calidad pertinentes.
El neumólogo en estas unidades puede actuar en varios escenarios fundamentales: proporcionar SRNI de forma precoz y así evitar en algún caso la necesidad de ingreso en la UCI, proporcionar SRNI como techo de tratamiento a aquellos pacientes graves que no sean subsidiarios de ingreso en la UCI, así como tratamiento de los pacientes que una vez superada la fase aguda de su enfermedad requieran cuidados especializados o VMNI para facilitar la desconexión de la VMI y ser dados de alta de las UCI de forma más temprana. En esta situación de pandemia excepcional incluso ha permitido proporcionar SRNI a la espera de que se liberen recursos en las UCI debido a la saturación del sistema sanitario.
Las UCRI son estructuras con una relación coste-efectividad muy favorable si se aplican a los enfermos que requieren unos cuidados respiratorios especializados. Requieren menos recursos que las UCI, su presencia reduce la mortalidad en las salas de hospitalización y las readmisiones en UCI, y consigue que estas dispongan de más camas libres que puedan emplearse de forma más apropiada. Se estima que hasta un 40% de los pacientes ingresados en una UCI no precisa VMI, y de los pacientes que la necesitan, hasta un 60% del tiempo de ventilación se emplea en su retirada. Suponen un ahorro económico que puede llegar a ser muy considerable (el coste evitado final anual estaría cercano a los 493.417,65 euros /año), principalmente en términos de gastos evitados, al mismo tiempo que mantienen una tasa de mortalidad baja, pese a la complejidad de los pacientes admitidos.
En los datos relativos a la pandemia actual, ni en otros registros previos, no se contabilizan estos recursos como camas de cuidados intensivos, ni se incluyen como estructuras de atención a pacientes distintas a la hospitalización convencional y, sin embargo, están siendo muy necesarias para evitar ingresos en UCI y para agilizar las altas de esta. Para la creación de nuevas UCRI o ampliación de las existentes en muchos hospitales ha sido necesario convertir camas o áreas de hospitalización convencional.
Por todos estos motivos no debería haber ningún hospital sin UCRI, para un mejor manejo de estos pacientes semicríticos, un puente necesario entre la UCI y la planta de hospitalización.
Inés Escribano Gimeno
Grupo de Sueño y Ventilación de Neumomadrid
Rocío García García
Directora de Comunicación de Neumomadrid