La cirugía torácica es una de las más desconocidas de las cirugías. Mientras se es estudiante, con suerte se pueden ver 2 ó 3 cirugías y apenas se pasa un día por la consulta. De esta forma es imposible descubrir una especialidad tan variada, tan amplia como la cirugía torácica.
Lo primero de todo sería definir la región anatómica implicada. El cirujano torácico opera, como su nombre indica, el tórax, el espacio incluido desde el opérculo torácico hasta el diafragma, excepto el corazón y los grandes vasos. Este espacio incluye los pulmones, el mediastino, el timo y la pared torácica.
La cirugía torácica es eminentemente oncológica, pues es bien sabido que el cáncer de pulmón es la primera causa de muerte por cáncer en el mundo, y su único tratamiento definitivo es la cirugía, desde pequeñas resecciones de partes de un lóbulo hasta las grandes resecciones de todo un pulmón (neumonectomías).
Pero se operan muchas más cosas: biopsias pulmonares para filiar diversas patologías, biopsias o resecciones de masas en el mediastino, estadificación del cáncer de pulmón, reparaciones de la pared torácica, etc. Y si por si todo esto no fuese suficiente, está el trasplante pulmonar, donde España es pionera y una referencia mundial.
Y no solo se operan diversas patologías, si no que existen diversos abordajes, que hacen la cirugía torácica cambiante y apasionante, siempre avanzando. Ahora mismo se puede realizar la extirpación de un lóbulo de un pulmón (lobectomía) por la vía clásica, la toracotomía, por videotoracoscopia o lo más actual, el robot Da Vinci.
Pero no todo es el quirófano, en cirugía torácica no se puede dejar el estetoscopio a un lado, los pacientes requieren de un cirujano versado en medicina que pueda hacer un manejo integral de ellos, de sus patologías y de las posibles complicaciones que tenga la cirugía. Trabajamos en una de las zonas más nobles del cuerpo, con las grandes arterias y venas del cuerpo, y requiere una gran habilidad. Y la patología que manejamos requiere muchos conocimientos, y además de tener contacto con muchas especialidades, estar integrados en un gran equipo con neumólogos, oncólogos, radiólogos, rehabilitadores, internistas, cardiólogos, etc. Lo que hace que la residencia sea muy colaborativa, y te permite relacionarte con gran parte del hospital, no vivir aislado.
Además dentro de la residencia, el cirujano torácico deberá pasar por diversas especialidades para una completa formación. Estará en cirugía general, neumología, cuidados intensivos, cirugía cardiaca, cirugía vascular, radiología.
¿Cómo no elegir una especialidad tan completa? Esta es una especialidad moderna, que se aprovecha de los últimos avances médicos, que siempre redundan en beneficio del paciente. Es una especialidad joven, activa y con muchísimas posibilidades de futuro.
Héctor Milián Goicoechea. Residente de tercer año del Hospital Universitario de la Princesa.